UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

SEDE LITORAL

DECANATO DE ESTUDIOS TECNOLÓGICOS

DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN GENERAL Y CIENCIAS BÁSICAS

ÁREA: PENSAMIENTO CRÍTICO

ASIGNATURA: HOMBRE, CULTURA Y SOCIEDAD I

CÓDIGO: FCA – 151

SECCIÓN: 02

Autores:

Sánchez Deisy 0908305

Escobar Willianny 0908306

Aguilera, Andrés 0908308

jueves, 3 de diciembre de 2009

Globalización Neoliberal

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Neoliberalismo en Venezuela según la revista NUEVA SOCIEDAD NRO. 110

La debacle del sistema económico venezolano en los ochenta dejó de admitir al Estado como regulador necesario de la actividad económica. Ya en la «Carta de Maracaibo» (1980), documento oficial de Fedecámaras se advertía de la inconveniencia para el empresariado del gran poder regulador del Estado, y se planteaba revisar su estrategia y papel en el seno de la sociedad. El «viernes negro» (1983), deuda externa y déficit público quiebran el equilibrio fiscal del cual había disfrutado Venezuela por largos años. Se desatan los cuestionamientos al ejercicio del Estado como agente económico, así como los instintos individualistas; se exige la necesidad de hacer retroceder la economía estatal. Pero este proyecto no se puede justificar en nombre de la libre competencia, porque los monopolios y oligopolios privados dominan el aparato productivo y los mercados. De aquí que el neoliberalismo no combate a los monopolios privados sino sólo a los estatales. Esta política económica neoliberal del gobierno (1989/1990), se establece con el propósito de facilitar un nuevo proceso de cohesionamiento ideológico empresarial, que en América Latina ha venido desarrollándose sistemáticamente en los últimos años, buscando crear las condiciones necesarias para una reestructuración tecnológica y productiva, en un nuevo ciclo de acumulación y concentración del capital. Sus principales objetivos son: 1) afianzar el principio de la propiedad privada, entendida como garantía de la libertad y del espíritu empresarial; 2) promover el mercado y la competencia como forma de regulación de la economía y de toda la sociedad; 3) contrarrestar el poder de la organización y participación de los trabajadores, dispersándolos para evitar que se constituyan en actores sociales y políticos; y 4) restringir la intervención del Estado en la economía y en la sociedad en general. En el terreno laboral, el enfoque neoliberal plantea la flexibilización de las relaciones de trabajo, es decir, la supresión de los vínculos rígidos entre el trabajador y un determinado centro o puesto de trabajo, con la finalidad de facilitar los procesos de renovación tecnológica y de descentralización productiva. Estas políticas se traducen en la proliferación de empleos precarios sometidos a formas atípicas de contratación (…)

¿Que es el Neoliberalismo?


     El término neoliberalismo proviene de la abreviación de neuen Liberalismus, que significa liberalismo neoclásico, esta acepción hace referencia a una política económica que hace hincapié en el dominio y el poder, construyendo un gobierno técnico. El neoliberalismo es usado con el propósito de agrupar un conjunto de teorías e ideas económicas que pueden promover el aumento de la economía nacional y su ingreso en el proceso de globalización a través de métodos y técnicas empresariales.

El neoliberalismo es empleado con el fin de agrupar un conjunto de ideologías y teorías económicas que promueven el fortalecimiento de la economía nacional y su desarrollo en el proceso globalizador  mediante atractivos empresariales que, según algunos críticos, es susceptible a ser conducida en beneficio de los intereses políticos más que de la economía.

     También se puede llamar capitalismo corporativo, globalización corporativa e incluso en ocasiones economía suicida; está ideología es una de las principales que actualmente dominan las políticas económicas mundiales. Dicho término nace por la necesidad de diferenciar el liberalismo económico previo a la Primera Guerra Mundial, de los modelos económicos de la democracia liberal surgida durante la Guerra Fría, siendo así el neoliberalismo un conjunto de ideas suficientemente alejadas del grupo cristiano-liberal.

    En teoría, el neoliberalismo tiende a defender algunos conceptos filosóficos del pasado liberalismo clásico, como es la iniciativa privada o la limitación del crecimiento del Estado, incluyéndole generalmente elementos posteriores. Originalmente la teoría que limitaba el poder del Estado y otorgaba la economía a los agentes privados era el liberalismo, hasta la década de los años 80. Luego el neoliberalismo no realiza una alusión política o económica en particular, sino se refiere a una generalización de escuelas y teorías económicas. Convirtiéndose así en una ideología económica dominante desde aproximadamente unos 25 o 30 años.

HISTORIA:

    Para los años 1945-1950 las creencias económicas eran variadas, en los países occidentales casi todos eran keynesianos, socialdemócratas o de alguna variante surgida del marxismo. La simple idea de que el mercado podría tomar las principales decisiones políticas y sociales, o que las grandes corporaciones pudieran tener plena libertad y que a los ciudadanos se les debería dar menos en vez de más seguridad social; eran ideas que estaban totalmente alejadas a la época.

    Antes del neoliberalismo existió el liberalismo clásico, sus principios básicos fueron formulados a lo largo del siglo XVIII y pueden resumirse así: el Individuo es la fuente de sus propios valores morales; el proceso de comercio e intercambio entre individuos tiene tanto propiedades de eficiencia para lograr el bienestar colectivo, como de exaltación de la libertad; el mercado es un orden espontáneo para la asignación de recursos; el intercambio entre las naciones no sólo acrecentará la riqueza mediante la división internacional del trabajo, sino que también tenderá a reducir las tensiones políticas y la guerra; y, finalmente, la política pública debería limitarse a las pocas preocupaciones comunes de los individuos, la libertad, la seguridad, la justicia, etc. A riesgo de comprimir en exceso los rasgos distintivos del liberalismo clásico, pudiera señalarse, primero: un compromiso con la libertad personal, definida como la no interferencia en las creencias y en la búsqueda de objetivos privados; segundo: una política de estricta libertad económica, a la que habitualmente se denomina laissez faire y, tercero: una doctrina del gobierno limitado y restringido a asegurar las funciones básicas de la organización de la sociedad, particularmente, la libertad, la seguridad y la justicia.

     El liberalismo clásico, entró en decadencia hacia fines del siglo XIX, y el término liberal empezó a ser usado frecuentemente para describir un liberalismo intervencionista o social, particularmente en los Estados Unidos y en el Reino Unido. Así, liberal en el sentido político llegó a identificarse como aquél que propendía por la intervención del Estado para corregir particularmente las injusticias sociales. Paralelamente y en parte como una respuesta tardía, fue surgiendo una tendencia "neoliberal" en los Estados Unidos referida a un grupo de políticos e intelectuales asociados con el partido demócrata, quienes aceptan que la intervención gubernamental fue en el pasado demasiado extensa y que debería hacerse un uso mayor del mercado. Desde entonces el término Neoliberalismo cobijó una tendencia de renacimiento y desarrollo de las ideas liberales clásicas, tales como la importancia del individuo, el papel limitado del Estado y el valor del mercado libre.

     Ese enfoque afirma que si los individuos pueden libremente perseguir sus propios intereses, las consecuencias colectivas serán mucho más beneficiosas que la represión de la fuerza o que la acción gubernamental. Esta proposición constituye, por lo demás, el fundamento del llamado individualismo metodológico, que es desde un punto de vista teórico el corazón mismo de la teoría liberal. En síntesis y desde una perspectiva moderna, el neoliberalismo puede ser definido como la creencia en que la intervención gubernamental usualmente no funciona y que el mercado habitualmente sí lo hace. El fracaso del gobierno en la consecución de sus metas es predecible y según los neoliberales ha sido confirmado por la experiencia. El mercado, el intercambio voluntario de bienes y servicios satisfará frecuentemente los requerimientos de los individuos con mucha mayor eficacia que el gobierno dentro de las restricciones de recursos limitados.

     El neoliberalismo y el resurgimiento de las ideas liberales que impulsara Friedrich Hayek desde los años cuarenta, ha tenido un contexto favorable para su desenvolvimiento en los acontecimientos recientes de la historia mundial. La tesis del llamado "fin de la historia", expresión que indica el triunfo de la democracia liberal capitalista y la derrota definitiva del marxismo, nos señala según sus defensores, una expansión del liberalismo económico y político al que sólo se opondrán determinadas formas de nacionalismo y religión, significando un cambio radical en la atención del Estado como agente económico, cuyas funciones básicas se asociaron desde los años treinta a la responsabilidad de la puesta en marcha de los mecanismos necesarios para asegurar objetivos como el pleno empleo de los recursos, y tuvo su fundamento teórico en la revolución keynesiana.

    La revolución keynesiana, implica la generalización del Estado de bienestar, entendiéndose como un conjunto de acciones públicas destinadas a garantizar a todo ciudadano de una nación el derecho a un mínimo de servicios que mejore sus condiciones de vida. Este enfoque keynesiano predominó en la política económica hasta mediados de los años setenta; todos los gobiernos aplicaron como fundamento de la política económica el manejo de la demanda agregada y una política de gastos que tenía múltiples funciones, entre ellas, garantizar el pleno empleo, estimular el proceso de crecimiento en las economías de mercado y permitir el acceso a la educación, la sanidad, la vivienda, las pensiones y al seguro de desempleo, a las poblaciones de bajos ingresos.

    La crisis económica de los años setenta altera de manera fundamental la perspectiva de la intervención del Estado y afecta además la naturaleza de la teoría. De hecho, el dictum de la era reaganiana el cual indica que "el Estado no es la solución, es el problema", se atribuye al exceso de intervención del Estado, el desempleo masivo, la inflación, la debilidad del crecimiento, lo que por supuesto preparaba el campo para la crítica a la intervención estatal en los asuntos económicos. Desde entonces, se empezó a centrar más el análisis de las políticas públicas no en los fallos del mercado que pudieran corregirse con las intervenciones del Estado, sino en los fallos del Estado, en el exceso de intervención, en la burocratización.

     Sin embargo, las críticas al Estado keynesiano de bienestar siguen tres líneas distintas. La primera, concentrada sobre la teoría keynesiana, donde se niega mediante distintos argumentos teóricos la utilidad de la intervención del sector público en la consecución de niveles satisfactorios de empleo, y se incluiría a las escuelas monetarista, de expectativas racionales y de la economía de la oferta. La segunda y tercera líneas se centran en las funciones de bienestar asumidas por el sector público. Se critica por un lado el fracaso de las políticas de ingeniería social en la eliminación de la pobreza, se pone en cuestión la eficiencia productiva del sector público en la producción de servicios sociales; y, por el otro, se argumenta que el proceso de crecimiento de las actividades de bienestar desarrolladas en el sector público ha hecho que se transgreda uno de los principios básicos de la política de bienestar, el cual es la severa alteración de los mecanismos del mercado. En otras palabras, el gasto público, resultado de la puesta en marcha de las funciones keynesianas de bienestar, interfieren con el proceso de crecimiento y distorsionan el funcionamiento del mercado al eliminar los incentivos para la acción de los agentes individuales, considerados centrales en el sistema económico. Lo que une a todas estas escuelas es la creencia compartida en la eficiencia y optimización del libre mercado y, como resultado de ello, una oposición frontal a toda política de control de la demanda agregada.

     Ludwig Von Mises usa el término de neo-liberalismo para adjudicar a los socialistas que se hacen pasar por liberales. Se destaca que el liberalismo para los filósofos, sociólogos y economistas del siglo XVII y primera parte del siglo XIX fue un programa político que presidió el orden social en países como Inglaterra y Los Estados Unidos de Norteamérica, continuando en el continente europeo surgiendo rápidamente en otros países del mundo. En su inicio, el liberalismo intento impartir el librecambismo, siendo este el intento de las respectivas consecuencias de proteccionismo tarifario y el libre intercambio, construyendo así, la base de la economía clásica. Las consecuencias de esta nueva forma económica es el incremento de la autarquía.

     Von Mises usa de nuevo el término en su libro Socialismo, pero sujeto esta vez a los liberales partidarios, que eran para el entonces la nueva teoría subjetiva del valor. La característica del socialismo es la de retornar la producción. Su prototipo es la existencia de una aldea autoritaria, una sociedad en conjunto, una aldea con más aldeas agrupadas a su alrededor. Los defensores de este socialismo son adversos tanto al comercio como a las relaciones comerciales. El comercio internacional tiene mayor importancia en el país cuando se trata de mercancías inútiles.  Debido a este deseo de autosuficiencia económica y desconociendo totalmente el carácter económico y las relaciones comerciales, el Estado no presenta una extensión ideal; no desempeña un razonamiento en las fronteras de su país, sean vastas o estrechas, pues el más pequeño poblado ofrece lugar suficiente para realizar sus planes. De esta manera nace la idea de realizar, a título de ensayo, el renacer a pequeña escala.

Concha Vergara supone que el mundo está entrando o podría entrar a la globalización, conducido por el perverso neoliberalismo. Aunque según otras opiniones, la civilización hace ya muchos años ingreso al mundo de la globalización. Para Vergara el Neoliberalismo ha sido “una falacia económica, una patraña para estúpidos teorizantes que no han logrado ver en sus estrechas mentes que han fracasado rotundamente…”La impotencia que el autor da a conocer es irreverente, clara y precisa; éste simplemente argumenta como el neoliberalismo ha tratado de impartir el dominio globalista de su percepción a través del reino de las compañías internacionales, los monopolios y los oligarcas, que manipulan y engañan con sus farsas a países mayormente pobres. Se plantea también en la obra, que cuando se trata de educación para los neoliberales sólo algunos pueden tener derecho a la educación formal y superior, sobre todo cuando se mencionan estudios al exterior; situación que hoy en día surge con mayor abundancia.

     El capitalismo y el neoliberalismo van tomados de la mano, comparten muchas ideologías. En el capitalismo todos los seres humanos pueden emprender iniciativas o  proyectos que han considerado que son capaces de desarrollar. La sociedad feudal en cambio, impone en sus miembros actividades rutinarias y no tolera que nadie se desvíe de la realidad. Por el contrario, el capitalismo estimula la innovación, pero a su vez, esa libertad y esa innovación  tienen sus limitaciones. Esta libertad que se otorga, se encuentra condicionada como fruto de la democracia en el mercado. Al indagar en el tema de los países económicamente atrasados, se observa como la confianza de estos en experiencias políticas pasadas han producido la miseria. No se pone en duda que las naciones pobres deseen salir de las penurias, por ello deberían optar por el mejor sistema: el capitalismo. El pueblo de dichos países se encontraba desorientado por los engaños que existían sobre los ideales anticapitalistas, razón por lo cual preferían al comunismo.

     En América Latina se presenta un avance en los últimos años, en  lo que se refiere a la economía social. Surge una transición que va desde regímenes dictatoriales a regímenes democráticos, así como estrategias económicas orientadas a un mercado interno o de sustitución de importaciones, con un componente político-social, con unas estrategias económicas las cuales daban una orientación del mercado mundial.

     Durante la segunda mitad del siglo XIX, los inicios del movimiento sindical latinoamericano tuvieron un orden histórico en el pensamiento del sindicalismo y el socialismo, los cuales fueron traídos al subcontinente por los inmigrantes europeos. Las estrategias neoliberales eran aplicadas bajo financiamiento económico asignados por el mercado, resaltando que toda actividad que perturbara a éste, debía ser limitada. Los neoliberales buscaban privilegiar a los grandes productores nacionales y extranjeros, para que ellos a su vez buscaran créditos en los pequeños y medianos sectores económicos.

     Los modelos neoliberales no parecen haber sido tan exitosos como lo propugnan sus defensores, ni tan desastrosos como lo afirman sus críticos. Han contribuido a moderar el exceso de intervencionismo y sus consecuencias: ineficiencia económica, exacerbación de los monopolios, corrupción, inequidad en la distribución del ingreso, entre otras; ha contribuido a generar transparencia en los procesos económicos, mejoramiento de la productividad y el cambio técnico. Pero también ha contribuido a debilitar las políticas sociales, las posibilidades de acceso de los grupos pobres a los servicios básicos, ha concentrado los beneficios que brindan las oportunidades de mercado en unos pocos grupos, de modo que si antes no fueron claras las ventajas del Estado, ahora no son claras las ventajas del mercado. Hoy se está buscando en la mayoría de los países una especie de punto medio entre el mercado y la intervención del Estado. El punto de discusión consiste fundamentalmente en la manera como el Estado puede ser controlado y vigilado en sus intervenciones, de modo que éstas realmente respondan a las necesidades colectivas y no a objetivos de los grupos burocráticos asentados en el Estado. Lo que se divisa es una discusión más abierta en términos de una  mejor democracia para una excelente acción del Estado en la economía, es decir una capacidad superior de control de la sociedad civil sobre el Estado, para asegurar una mayor gobernabilidad, entendida ésta en el sentido específico de la capacidad de las políticas públicas de satisfacer las expectativas colectivas.

     El neoliberalismo es una corriente  de pensamientos para la gestión económica, pero ella requiere de un autoritarismo como una expresión política, sostiene filosóficamente derechos individuales, libertad económica y estado de derecho en lo que se refiere a la política internacional y a la política económica interna. En la actualidad sigue siendo la ideología dominante en los gobiernos de muchos países, tanto ricos como pobres, en las grandes corporaciones transnacionales y en organizaciones multilaterales. Pero al igual que las otras ideologías económicas que han existido, ésta también tendrá su fin y el apoyo de millones de personas para ello; así mismo muchos buscan construir otras formas económicas alternativas, en las que el mercado está subordinado a los derechos humanos, la justicia para todos, al igual que la democracia y la sustentabilidad medioambiental.




REFERNCIAS BIBLIOGRÁFICAS.






1. Concha Vergara, Mario H. Neoliberalismo, miseria humana. Caracas. Editores: Vadell Hermanos. Cota HC125-C65n4

2. El Pequeño Larousse Ilustrado (2001). Agrupación Editorial S.A. Cota: Nul. Ref. AG61-L3 e4 PP. 1852

3. Von Mises, Ludwig (1927). Liberalismo. Unión Editorial S.A. Madrid. Cota JC585-V6152 PP.248

4. Von Mises, Ludwig (1968). Socialismo. Editorial Hermes S.A. Cota: HX276-V5635 PP. 621